En la primera parte de nuestro viaje a través del mundo de los productos comestibles ultraprocesados (UPFs en sus siglas en inglés y bajo el sistema de clasificación NOVA), exploramos las consecuencias negativas de una dieta centrada en estos productos manufacturados. Ahora, profundizaremos en el concepto, las estrategias y las políticas necesarias para revertir esta tendencia, así como promover una alimentación más saludable y equilibrada.
Definiciones y diferencias entre el concepto procesamiento y ultraprocesado
En el Global Food Research Program de la Universidad de North Carolina se define el procesamiento de los alimentos como: “cualquier acción que altera los alimentos a partir de su estado natural, tales como secado, congelación, molido, enlatado, o adición de sal, azúcar, grasa, u otros aditivos saborizantes o preservantes). De hecho, se amplía a: “casi todos los alimentos y bebidas se someten a algún tipo de procesamiento antes de su compra o consumo”.
En el mismo artículo, los investigadores desarrollaron el sistema de clasificación NOVA (1), para clasificar los alimentos y bebidas, según su grado y propósito de procesamiento, expresándolo en el siguiente gráfico:
GRUPO 1. No procesado / mínimamente procesado.
GRUPO 2. Ingredientes culinarios procesados.
GRUPO 3. Alimentos procesados.
GRUPO 4. Productos comestibles ultraprocesados (UPFs).
Educación y fomento de alternativas saludables
Es crucial invertir en educación y concientización sobre la nutrición. Los programas educativos en escuelas y comunidades pueden enseñar sobre los beneficios de una dieta equilibrada y los peligros de los UPFs. Al aumentar la alfabetización alimentaria, capacitamos a las personas para que tomen decisiones más saludables para sus familias.
Para reducir la dependencia, es importante promover el acceso a alimentos naturales y mínimamente procesados. Esto puede implicar políticas para fomentar la producción y distribución de alimentos frescos, agrosostenibles y locales, así como iniciativas para hacer que estos productos sean más accesibles y asequibles para comunidades de bajos ingresos. Es crucial proporcionar recursos y apoyo a los agricultores y productores locales para que puedan cultivar y vender alimentos frescos de manera sostenible. Al fortalecer la cadena de suministro de alimentos naturales, podemos crear un entorno en el que sea más fácil y atractivo elegir opciones saludables.
Una excelente solución y alternativa es la comida real. Es “aquella que procede directamente de la naturaleza sin haber pasado por un procesamiento industrial”. Son alimentos naturales y menos alterados posibles. Por ejemplo, las frutas, los vegetales y las verduras, las leguminosas como frijoles y lentejas, el pescado, los huevos, granos, cereales y tubérculos, así como carnes en general. Estos alimentos son nutritivos, nuestro cuerpo y cerebro están acostumbrados desde las épocas donde la caza y la recolección eran la norma, incluso la agricultura.
Prevenir y disminuir los grandes problemas de la sociedad actual es clave. El sobrepeso y la obesidad, la diabetes, las cardiopatías, las insuficiencias respiratorias, las demencias y depresiones, algunos tipos de cáncer como adicciones al azúcar y otras sustancias limitan el correcto funcionamiento de nuestroorganismo, afectan el sistema inmunológico y pueden provocar la muerte, donde los UPFs están relacionados en todas estas afecciones según evidencia científica de todas partes del mundo.
El papel de la industria alimentaria
Tiene un papel importante que desempeñar en la promoción de una alimentación más saludable. Las empresas pueden reformular sus productos para reducir el contenido de azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio, entre otros; así como eliminar aditivos artificiales nocivos.
Mejorar la transparencia y la divulgación de información nutricional sobre sus productos, permitiendo a los consumidores tomar decisiones más informadas sobre su dieta permite crear un frente común hacia un futuro donde la salud y el bienestar sean la norma.
Conclusión: Un llamado a la acción
En última instancia, abordar el problema de los UPFs requiere un enfoque multifactorial, integral y colaborativo. Desde la implementación de políticas regulatorias hasta la promoción de la educación nutricional y el fomento de alternativas saludables, todos tenemos un papel que desempeñar en la promoción de una alimentación más saludable para todos. Al unirnos como individuos, comunidades y sociedades, podemos construir un futuro en el que la comida sea una fuente de nutrición, del bien-ser y el bien-estar, en lugar de una causa de enfermedad y sufrimiento.
El camino hacia la salud y la felicidad comienza con pequeños pasos hacia adelante. Ya sea que estés disfrutando de un delicioso plato de hortalizas y vegetales frescos o resistiendo la tentación de bocadillos ultraprocesados, cada elección que haces te acercas un paso más a una vida plena y saludable. ¿Qué eliges para tu próximo bocado?
¡Nos vemos muy pronto!
1) Monteiro CA, Cannon G, Lawrence M, Costa Louzada Md, Pereira Machado P. (2019). Ultra-processed foods, diet quality, and health using the NOVA classification system. Rome, FAO.