En el infinito mundo de las opciones alimentarias, los productos comestibles ultraprocesados (UPFs en sus siglas en inglés y bajo el sistema de clasificación NOVA que ampliaremos más en la Parte 2) emergen como una categoría distintiva, desafiando nuestras nociones tradicionales de comida. Estos productos, elaborados entre la conveniencia y la indulgencia, han conquistado los estantes de supermercados y las dietas de muchas personas en todo el mundo. De eso hablaremos hoy, pero ¿qué efectos tienen para nuestra salud su consumo excesivo?
Historia personal
Hace 30 años mi respuesta a la pregunta: ¿cuál es tu comida favorita? hubiera sido con certeza los postres. El ingrediente ultraprocesado dentro de ellos por excelencia, hubiera sido la leche condensada azucarada en lata. Pero, no termina ahí, le agregaría otro proceso más para convertirla en leche condensada cocinada o dulce de leche. Si no fuera suficiente ese hecho, en mi infancia recuerdo vívidamente estarme tomando una bebida gaseosa tipo cola cada vez que terminaba de jugar algún deporte, ya sea fútbol, basket u otro. Mi especialidad favorita, en una heladería, era el sundae de caramelo, pero por favor… tenía que añadirle un extra de caramelo y crema batida cada vez que podía.
El regreso de mi abuelo en esas épocas (Ito le llamábamos todos mis primos) de sus viajes era todo un evento inolvidable y de celebración, porque nos traía innumerables golosinas entre confites, caramelos, chicles y chocolates. Cuidado, era una época donde no se conseguían con tanta facilidad como hoy en día.
También recuerdo el éxito de los comestibles de bolsita, esos crujientes e irresistibles como llenos de color y sabor, y que seguimos consumiendo todavía en estos tiempos. Nada saludables ni naturales, por cierto.
Este es un tema sensible, polémico, complejo y de muchos intereses creados, tanto entre la industria alimentaria como entre los consumidores, especialmente sus padres que caen rendidos ante las peticiones y facilidades que arrojan estos alimentos de conveniencia, como se les conoce también. Por algo la misma comida rápida (Fast food) es hoy en día casi imposible no ver sus múltiples franquicias por todas partes del mundo.
Tristemente, no recuerdo con tanta nitidez alimentarme de comida fresca y local, especialmente disfrutarla de la misma manera que lo hacía con los UPFs.
La disyuntiva alimentaria
En un mundo donde la conveniencia a menudo supera a la calidad nutricional, los UPFs han encontrado su lugar en la mesa de muchas familias. Estos productos, que a menudo están llenos de aditivos, conservantes y azúcares refinados, han cambiado la forma en que comemos y se han convertido en una parte integral de la dieta moderna.
¿Cuál es el costo real de esta conveniencia? Para responder a esta pregunta, exploraremos la historia de dos personas: uno que elige alimentos naturales o mínimamente procesados, y otro que se ha sumergido en el mundo de los alimentos ultraprocesados.
Conoce a Ana y Carlos para fines ilustrativos. Ana es una madre soltera que trabaja duro para alimentar a su hijo, Mateo, con alimentos naturales y nutritivos. Ana cree en la importancia de una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas de alto valor biológico y grasas saludables. Ella se esfuerza por preparar comidas caseras para su familia, evitando los UPFs que llenan los estantes de los supermercados.
Por otro lado, Carlos es un joven ejecutivo que vive solo y depende en gran medida de la conveniencia de los UPFs. Su dieta consiste principalmente en comidas precocinadas, alimentos enlatados, bebidas azucaradas y bocadillos empacados. Carlos disfruta de la facilidad y rapidez con la que puede satisfacer su hambre, pero rara vez considera el impacto que estos alimentos podrían tener en su salud a largo plazo.
A medida que Mateo y Carlos crecen con los años, comienzan a experimentar los efectos de sus elecciones dietéticas opuestas. Mateo, alimentado con una dieta equilibrada y nutritiva, crece fuerte y saludable. Tiene energía para jugar, aprender y explorar el mundo que lo rodea. Su sistema inmunológico es robusto, y rara vez se enferma. Ana observa con alegría cómo su hijo prospera con cada comida nutritiva que consume.
Por otro lado, Carlos comienza a experimentar una serie de problemas de salud. Su dieta rica en UPFs lo deja constantemente cansado y fatigado. A menudo sufre dolores de cabeza, problemas digestivos y fluctuaciones en el estado de ánimo. A pesar de su juventud, se encuentra luchando contra el sobrepeso y enfrentando un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y presión arterial alta.
Un giro inesperado
A medida que Carlos enfrenta las consecuencias de su dieta poco saludable, comienza a reflexionar sobre sus elecciones alimenticias. Se da cuenta de que la conveniencia a corto plazo de los UPFs no vale la pena ante el costo a largo plazo para su salud y bienestar. Con determinación y dominio propio, se compromete a hacer un cambio. Adopta un enfoque más consciente hacia su alimentación. Comienza a cocinar comidas simples y saludables en casa, utilizando ingredientes frescos y naturales. Integra más frutas, verduras y granos enteros en su dieta, y reduce gradualmente su consumo de alimentos procesados y azucarados. Con el tiempo, Carlos comienza a notar una mejoría en su salud y bienestar general. Se siente más enérgico, alerta y feliz.
El camino hacia un futuro más saludable
La historia de Ana, Mateo y Carlos, incluso la mía al inicio como testimonio personal, nos recuerda la importancia de nuestras elecciones alimenticias en la salud y el bienestar a largo plazo. Si bien los UPFs pueden ofrecer conveniencia y satisfacción inmediata, sus efectos en la salud pueden ser devastadores. Optar por una dieta rica en alimentos naturales y mínimamente procesados es fundamental para mantener un estilo de vida saludable y prevenir enfermedades crónicas. De estas últimas hablaremos más en la Parte 2, así como de soluciones reales hoy en día.
Al final del día, cada bocado que tomamos es una oportunidad para nutrir nuestro cuerpo y promover nuestra salud. Al elegir conscientemente alimentos que nos nutran y nos fortalezcan, podemos construir un futuro más saludable para nosotros mismos y para las generaciones venideras.
¡Nos vemos muy pronto!
Foto de cabecera: Alimentos Ultraprocesados. Imagen de stock (Canva).